En una época en la que los grandes grupos de restauración dominan Madrid, se agradece comprobar que existen otro tipo de proyectos más familiares y pequeños, pero también más especiales. Y es que tener una trayectoria profesional diferente y vivir en países distintos no suponen ninguna traba cuando se comparte una amistad sincera y una verdadera pasión. La despensita arteSana es la historia de Hugo y Edu, dos amigos de toda la vida que tienen en común su pasión por la gastronomía y que no han parado de luchar hasta ver su sueño hecho realidad. Este sueño se ha materializado en una tienda de productos gourmet que posee una barra castiza y una atención personalizada. ¡Te lo cuento todo!
Así es la despensita arteSana
Cualquier foodie aventajado ha pisado estos tres tipos de locales: el bar de barrio con raciones abundantes al que vas de cañas con tus amigos pero no llevarías a tu cita; el restaurante de pitiminí del que sales con más hambre con la que entraste; y también el restaurante perfecto, ese que aúna platos de calidad, un buen servicio y una decoración con encanto. Pero, ¿dónde vas cuando buscas un local chiquitito y en el que picotear un verdadero producto de calidad después del trabajo? En este nicho de mercado se han introducido esta pareja de amigos: se dirigen a un target compuesto por personas que aman la gastronomía y que buscaban un local en el que degustar un buen queso de autor junto con un vinito blanco de esos de los que luego te acuerdas.


Y es precisamente a este target al que pertenecemos Clau y yo, que somos dos aspirantes de ratonas y nos enamora un buen vino, de ahí que este queso en aceite y cortado a mano maridado con el Godello con D.O Monterrei conquistaran nuestro paladar. En la despensita arteSana nos prometieron «experiencias de barriga», y no nos defraudaron cuando nos invitaron a probar otras delicias como su aceite de Jaén o su jamón ibérico de bellota.
Su maravilloso aceite de oliva virgen extra (AOVE), con D.O Sierra Mágina, nos lo presentaron sobre unos trocitos de naranja roja, típica de Italia, y la mezcla era evocadora y mágica. Y en el caso del jamón… ¿A cuántos por aquí les han regalado un jamón y, pese a la alegría inicial, luego se desinflan porque no saben cortarlo? Hugo y Edu apuestan por packs de desgustación y trabajan las cuatro D.O: Guijuelo, Extremadura, Los Pedroches y Jabugo. Si justo coincide que sales de la ofi, no te quieres entretener pero se te antoja un poco de jamón, otra opción es que te decantes por el clásico bocata y que te lo vayas comiendo por el camino.


Y si todavía no te he convencido, puedo aportarte más razones para que se te haga la boca agua y desees ir hoy mismo: cervezas artesanas, quesos de autor, vinos selectos, una amplia selección de patés (ciervo, perdiz, jabalí), mermeladas, regañás y picos Obando (muy míticos) o ginebras con un envasado elegante y vintage que no dejan indiferente.
La decoración es coqueta e íntima, con taburetes que simulan bicicletas, estanterías de madera, algún espejo y cajas con mensajes incorporados. Me gusta el protagonismo de la madera, un elemento tan natural y puro que concuerda a la perfección con el espíritu de la despensita arteSana.
Hugo y Edu son el ejemplo de que el tesón y las ganas se concretan en resultados tangibles. Estos jóvenes emprendedores dieron vida hace unos años a Denominación y Origen, un proyecto que nació para la organización de pequeños eventos y la venta de productos selectos por internet y ha desembocado en una tienda gourmet. Sin duda, un concepto innovador que dará mucho que hablar.
-Dónde: Paseo Tierra de Melide, 15 (Las Tablas)
-Su Instagram: @denominacionyorigen_




