Dani García, chef andaluz que puede presumir de haber recibido tres Estrellas Michelin, convierte la gastronomía mediterránea en puro arte. Desde estas primeras líneas quiero declararme fan absoluta de sus creaciones y de su concepto de democratizar la cocina de autor. No sé si habéis tenido la suerte de haber ido a alguno de sus restaurantes o de hincarle el diente a sus delivery, pero mi estómago lo conquistó hace tiempo. Vayamos al turrón… Si tuviera que elegir entre Bibo o Lobito de Mar, ¿con cuál me quedaría? ¡Lee un poco más y te lo cuento!

Qué me enamoró de Bibo

bibo o lobito de mar
Bibo Madrid. Foto: Adriana Benito

La decoración del local. No es que sea el factor más decisivo en este combate entre Bibo o Lobito de Mar, como resulta obvio, pero sí es lo primero en lo que te fijas. Si yo entro a un restaurante y, al mirar alrededor, veo que hay una gran réplica de un atún en una cristalera, un globo aerostático en el centro de la barra y lucecitas de colores en las paredes, pues me quedo embelesada.
La originalidad de la carta y la calidad de la materia prima. No solo valoro positivamente que sus platos sean innovadores, sino que el producto sea bueno, y vaya si lo es. Nosotras pedimos el célebre brioche de rabo de toro (la fama es merecida, ni se te ocurra compartirlo), su yogur de foie, las milhojas de queso y foie (spoiler: me encanta el foie, ¿se nota?) y, como platos principales, el tartar de atún toro de Almadraba (el adjetivo espectacular se queda corto) y la pluma de cerdo ibérico de bellota con gnocchis de calabaza (el corte de la carne es finito y la cantidad es perfecta). La comida la maridamos con un vino blanco alemán, de uva riesling, y el broche final lo pusimos con dos cócteles.
La dedicación del servicio. La comida era un regalo de cumpleaños, y tuvieron el detalle de darle a la cumpleañera una tarjetita nada más llegar y un trozo pequeñito de tarta en el postre. Nos explicaron cada plato y nos asesoraron con acierto.
Ticket medio. 80 euros por comensal si tiras la casa por la ventana con un vino de 35 euros y además pides cóctel. Si cambias el vino por cerve o agua y eliminas los cócteles, la cuenta baja bastante.

Qué me flipó de Lobito de Mar

Su variedad para presentar el pescado. Seguimos en este debate para decidir si Bibo o Lobito de Mar y, si eres amante del pescado, es probable que te decantes por Lobito. Es evidente que este restaurante es una oda al pescado, y lo bueno es que tanto si te gusta crudo como cocinado encontrarás platos que te convenzan.

Su ensaladilla de anguila ahumada y sus entrantes. Opino que la ensaladilla es uno de los platos que revelan si un restaurante es pasable, bueno o brutal, y la ensaladilla de anguila ahumada de Lobito de Mar es para volverse loca. Probablemente sea la más divertida que he probado hasta la fecha, y la minihamburguesa de atún y el pepito de mar son otros dos imprescindibles de este local de Dani García.

Originalidad de los arroces. Nosotras optamos por rossejat con gambas de Málaga (es para más de dos personas, ojo, y es adictivo), pero nos quedamos con ganas de probar el arroz de chuleta ahumado al sarmiento o el de pluma ibérica con setas.

•Qué no me gustó. No me gustó cómo me sirvieron el vino, puesto que las copas eran bastante más escasas de la medida que se considera correcta, y tampoco tuvieron ningún detalle con la persona a la que invité a comer, y eso que en la reserva lo especifiqué porque tienen un apartado para ello.

•Ticket medio. Unos 60 euros por comensal.

Veredicto final

Si alguien me pregunta si para una ocasión especial prefiero Bibo o Lobito de Mar, mi respuesta es clara: Bibo. Ahora bien, Lobito de Mar cuenta con una calidad muy digna y, para quienes les pierda el pescado, será una opción a la altura de las expectativas. Y tú, ¿te quedas con Bibo o con Lobito? ¡Cuéntamelo en los comentarios!