El 17 de septiembre de 2021, no hace ni siquiera dos meses, Netflix lanza El Juego del calamar y desata la locura. Y es que ya ocupa el primer puesto en su lista Top 10 histórico de series y películas más vistas durante sus primeros 28 días con la friolera de 142 millones de reproducciones. Si tú también has sido víctima de este fenómeno y no entiendes bien el motivo, te invito a reflexionar conmigo sobre el secreto de su éxito.

El Juego del calamar estaba en todas partes: en la home de Netflix, en artículos compartidos en LinkedIn, en publicaciones de Instagram y en las conversaciones de todo mi entorno. Y yo, que trabajo en marketing y comunicación, resulta que todavía no había visto la serie. Error y de los graves. Claro que a mí me resumían el argumento como serie surcoreana en la que los protagonistas, personas pertenecientes a bajos estratos sociales, entran en un concurso para ganar una suma indecente de dinero y, si son eliminados de alguna prueba, los matan. En fin, así relatado, lo cierto es que no llamaba mi atención en absoluto. Como es obvio, me equivoqué.

Me atreví con el primer capítulo y ya no hubo vuelta de hoja: veía en el metro la serie, por la noche antes de dormir, e incluso de madrugada después de volver de fiesta. Vamos, que me obsesioné, me dio fuerte. Pero, ¿cómo es posible que una trama tan sangrienta y moralmente deleznable haya cautivado a espectadores tan diversos? Estas son algunas de las razones (bajo mi humilde opinión, por supuesto):

-No te deja indiferente: o la amas, o la odias. Párate a pensar un momento: De todas las personas que han pasado por tu vida, ¿de cuáles te acuerdas? Déjame que lo adivine: de aquellas que te hicieron tocar el cielo, y de las que te bajaron a los infiernos. Todo aquello que te remueve, que te emociona y que recuerdas son historias o personas que no te resultan indiferentes.

-Porque plantea un debate moral en el que tú eres el verdadero protagonista. ¿No es cierto que cuando ves las pruebas no puedes parar de preguntarte qué harías tú? ¿Serías capaz de engañar a un anciano terminal, que además te está ganando, para salvar tu vida? ¿Podrías matar a tu mejor amigo para no morir tú? El juego del calamar plantea una disquisición moral y te obliga a contestarte a ti mismo.

-Porque lo morboso gusta y engancha. Pese a que las pruebas son espeluznantes y las escenas son de una violencia que pone los pelos de punta, no negaremos lo evidente: cuando finaliza una prueba, quieres ver la siguiente aunque te hayas quedado con mal cuerpo.

-Por sus personajes histriónicos y decadentes. El buscavidas de buen corazón que tiende la mano a todos los concursantes, la chunga inconsciente que se pasa los capítulos pegando gritos, el anciano desvalido que conoce las estrategias más inteligentes para ganar los juegos, el criminal vomitivo que pone la carnaza a la serie, el empresario traidor que hace lo imposible para hundir a su mejor amigo… Son personajes tan extremos que quieres saber más de ellos.

-Porque, en realidad, todos somos meros espectadores de desgracias e injusticias. No pretendo que este sea un argumento demagógico y facilón, pero no miento si afirmo que mientras muchas personas con suerte tenemos una vida más o menos digna, hay otras que viven auténticas tragedias en otras partes del mundo. Nos acongoja, nos sentimos apesadumbrados, pero seguimos viviendo nuestras vidas.

Y tú, ¿también has caído en las redes de El Juego del calamar? ¡Cuéntamelo en los comentarios!