¿Cuántas veces has visto a alguno de tus seguidores en Instagram alertar de que otra persona se había abierto una cuenta falsa y la había nutrido con sus fotos? ¿Cuántas historias rocambolescas han llegado a tus oídos sobre citas Tinder con sujetos que bien podrían ser personajes de una película de miedo? ¿Y cuántas noticias fake has consumido y te has creído? Clickbait, la miniserie de Netflix protagonizada por Adrian Grenier y Zoe Kazan que es tan adictiva como su título promete, no cuenta nada que no sepamos pero nos recuerda que todos somos productos en un mundo que se rige por los clicks y por el morbo.

Clickbait arranca con un vídeo viral en el que Nick Brewer, hasta el momento un amantísimo padre de familia, sostiene un cartel en el que afirma que ha abusado de mujeres, y que cuando el vídeo llegue a cinco millones de visualizaciones, morirá. A partir de aquí, comienzan a aflorar supuestos perfiles falsos en webs de citas, amantes despechadas que, en teoría, fueron vilmente conquistadas por Nick… Y a esto hay que sumarle una hermana coraje, Pia, a la que no le encajan las piezas del puzle y lucha contra viento y marea para limpiar el nombre de su hermano.

Como decía al principio, la serie no aporta nada nuevo, pero engancha y nos advierte de que internet sigue siendo el arma de doble filo de siempre. Gracias a que vivimos en un mundo digital poseemos una marca personal que nos ayuda a encontrar trabajo, por ejemplo, pero nuestra reputación está expuesta y al alcance de todos. Cuando en Clickbait Sophie Brewer confiesa haber tenido una aventura extramatrimonial se convierte en víctima de un juicio popular que funciona a golpe de click. Y es que basta con que demos un paso en falso para que seamos linchados por personas que ni siquiera conocemos.

Por otra parte, la serie rescata otros problemas manidos como la posibilidad de contactar con perfiles falsos en apps de citas o la publicación de fotos íntimas en internet. No son temas nuevos, desde luego, pero lo cierto es que continúan a la orden del día y hay que tener más cuidado que nunca. Como persona que utiliza internet para absolutamente todo y que lo último que pretendo es sonar paternalista o catastrofista, sí insisto en que debemos usarlo siempre con cabeza y haciendo gala de nuestra inteligencia. Ah, para no ser cínica confesaré que este post buscaba precisamente clikbait, pero tú lo sabías desde el principio, ¿a que sí?