No hay Semana Santa sin torrijas, y si no estás de acuerdo con esta máxima es mejor que no continúes leyendo. La torrija cuenta con muchas interpretaciones diferentes, pero a mí las que me enamoran son las de leche, esas que casi se te deshacen en la boca. De nada sirve mentir, yo las mejores torrijas las he comido en mi casa, en concreto no he vuelto a probar otras iguales a las que preparaba mi abuelo Miguel con todo el cariño del mundo para nosotras. Estos días les he preguntado a dos de mis tías cómo definirían ellas la torrija perfecta. Mi tía Loly me responde que para ella la torrija ha de ser esponjosa y dulce, con un regusto a canela, embebidas en leche sin que se aprecien zonas secas y, lo más importante, que te entren por los ojos. Por otra parte, mi tita Lola opina sin ambages que la torrija perfecta tiene que saber a gloria. Para ella se debe desintegrar en el paladar produciendo una explosión de contrastes: azúcar, canela y ese toque de limón. ¿Sabías que la palabra torrija proviene del verbo torrar y que su origen, alejado de la Semana Santa, se remonta al siglo XV? Si eres de los que se quedan en Madrid en estas fechas o de los que vienen a la capital a disfrutar de estas vacaciones, en La Línea de Fuego te invitamos a descubrir las mejores torrijas de Madrid.
- La Mallorquina (calle Mayor, 2)
La Mallorquina es probablemente una de las pastelerías más emblemáticas de Madrid. Desde que en 1894 Balaguer, Coll y Ripoll, tres socios con raíces mallorquinas, fundaran esta casa, La Mallorquina no ha dejado de deleitarnos con exquisiteces como sus napolitanas de crema o sus bambas de nata. Todo el mundo habla de sus torrijas, las cuales quise probar el otro día con mis amigas y no pudimos porque ya se habían agotado. ¡Id pronto para que no os pase lo mismo!
- Pastelería La Oriental (calle de Meléndez Valdés, 60)
La Oriental es otra de esas pastelerías con solera, y es que este negocio familiar lleva abierto al público desde 1950. Todos sus productos son de una calidad excelente, pero la familia Yagüe nos ha revelado que los dulces más vendidos son los cruasanes, las tartas de hojaldre, los ponches segovianos, las tartas de manzana (dicen por ahí que son impresionantes) y las mousses de chocolate y de naranja. En 2015, La Cazuela premió sus torrijas por ser las mejores de Madrid, y además La Oriental de Meléndez Valdés obtuvo un galardón por su tradición pastelera. ¿A qué estás esperando para probarlas, en serio?
- Restaurante Esteban (Cava Baja, 36)
Este restaurante pertenece a la familia de una compi de mi cole, pero os aseguro que he estado cenando varias veces y todas ellas he salido encantada. Es un local castizo ubicado en pleno barrio de La Latina que cuenta con una carta de comida tradicional, pero de la de chuparse los dedos. TripAdvisor le concedió en 2016 el certificado de excelencia, y no nos extraña porque tanto sus platos como el servicio son impecables. Esta Semana Santa no renuncies a pedirte aquí una torrija, no me cabe duda de que volverás.
- Confitería El Riojano (calle Mayor, 10)
El Riojano es otro de los buques insignia de la capital en materia repostera. Este negocio vio la luz en 1855, cuando Dámaso Maza, pastelero personal de la reina María Cristina de Hagsburgo, decidió abrir sus puertas. Años después, en la década de 1990, pasó a ser uno de esos salones de té célebres en Madrid. Entre sus creaciones más aclamadas se encuentran las monas de Pascua, el roscón de Reyes, los huesos de santo y, por supuesto, las torrijas, que puedes comprar de leche o vino.
- Pastelería Formentor (calle Hermosilla, 81)
Cambiamos de enclave y nos dirigimos hacia el barrio de Salamanca, concretamente al número 81 de la calle Hermosilla. Ahí hallamos la pastelería Formentor, a la que es más que probable que hayas ido o al menos hayas oído hablar de sus ensaimadas mallorquinas, las cuales preparan en todas sus variedades: lisa, de nata, de trufa, de crema… Un lector de La Línea de Fuego recomienda también sus torrijas, así que las incluimos en esta selección.
- Pastelerías Cala-Millor (varias direcciones)
Hablar de torrijas y no citar a Cala-Millor sería de todo menos profesional. ¿Por qué? Muy sencillo: Cala-Millor se ha presentado al Concurso de la mejor torrija de 2017 organizado por la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de Pastelería de Madrid (ASEMPAS) y ha sido premiada en las dos categorías: torrija de corte tradicional y torrija de corte innovador. El jurado del concurso evaluó el sabor, la textura y el aspecto de las mismas, y en el caso de las torrijas innovadoras pedían que fueran originales. Si esta Semana Santa te sientes aventurera, dirígete a Cala-Millor y atrévete con su torrija innovadora: base de torrija frita, torrija calada y como colofón espuma de leche con canela.
- Pastelerías Vait (varias direcciones)
Cuando una pastelería tiene la mejor torrija tradicional de Madrid se dice y punto, o al menos esa es la opinión del jurado de ASEMPAS. Esta cadena de pastelerías que lleva más de 30 años funcionando en la capital prepara, por una parte, las clásicas torrijas de leche con azúcar espolvoreada y, por otra, una remesa de torrijas de leche bañadas en almíbar. Sin embargo, si te gusta probar cosas nuevas puedes decantarte por su torrija innovadora, la cual ha quedado en segundo puesto en el mencionado concurso.
- Sana Locura Gluten Free Bakery (calle General Oraá, 49)
Ser celíaco ya no es un problema para los que pierden la cabeza por las torrijas, tanto es así que varios medios de comunicación se han hecho eco de ellas. El maestro pastelero asegura que el sabor es igual, lo único que cambia es que las preparan con unas barras de brioche elaboradas con harina de maíz y de arroz. El resto de ingredientes de los que echan mano son los mismos: leche (pero sin lactosa), ralladura de limón, canela en rama y azúcar.
- La casa de las torrijas (calle Paz, 4)
Los madrileños y madrileñas de pura cepa saben que es un clásico en Madrid, independientemente de que les gusten o no las torrijas. Esta casa ya ha cumplido los 100 años, puesto que fue inaugurada en 1907 por Luis Montón. Cabe destacar que a lo largo de los años ha cambiado de dueños y que en 2016 el local fue restaurado, pero los propietarios actuales respetaron el mobiliario. Aunque la receta artesanal defiende que las torrijas han de empaparse en leche o en vino, La casa de las torrijas apuesta por una carta que incluye torrijas con mango, cítricos, crema de orujo o incluso tequila. Sin embargo, si te tira lo castizo quizá puedas decantarte por la torrija de toda la vida acompañada de un chato de vino (así las tomé yo aquí).
- Pastelería Villagarcía (calle Valderribas, 27)
En esta lista también he querido acordarme de las personas diabéticas, razón por la cual la pastelería Villagarcía se encuentra dentro de esta selección. Este negocio irrumpe en el panorama de la capital en 1976 y su gran valor es que cuentan con pasteles sin azúcar, una bendición para los diabéticos. La pastelería Villagarcía se ha animado a participar en la ruta de la torrija 2017, operativa hasta el 23 de abril.
Pues con esta ruta, un cafetito y una torrija, desde La Línea de Fuego os deseamos una feliz Semana Santa. Y ya saben, si han probado alguna torrija que no forma parte de este artículo, no sean tímidos y comenten.
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