Llego por los pelos, lo sé, pero seguro que tenéis programadas varias cenas de Navidad que todavía no sabéis dónde celebrar. Estáis aburridas de los sitios de siempre, de ver las mismas caras cada finde y de pedir esas tres raciones en bucle. Pero claro, diciembre es el mes de los amigos invisibles y de empezar a comprar los regalos de Papá Noel y de Reyes, así que tampoco buscáis un restaurante que se os vaya de presupuesto. Os dejo por aquí una lista express para que no os comáis mucho la cabeza, aunque daos prisa en reservar porque las mesas vuelan en estas fechas.
Fellina, para la cena con tus mejores amigas
Si os gusta comer rico y al mismo tiempo valoráis el buen gusto en decoración, Fellina es el restaurante perfecto para la cena de amigo invisible con tus mejores amigas. Con aires de trattoria italiana, Fellina os cautivará desde que entréis hasta que salgáis (al final no olvidéis haceros el selfie de rigor en el neón de la puerta). Os recomiendo el carpaccio de solomillo; los spaghetti con trufa, huevo poché y parmesano; y la pizza de setas y trufa. Como es mucha trufa, podéis cambiar los spaghetti por los ravioli de queso de cabra. Después de la cena Ponzano os pilla cerquita, así que ya tenéis el plan entero.
Inti de Oro, para el ligue al que quieres sorprender pero sin pasarte
Nos ponemos en situación: acabas de conocer a un chico/a, vienen las vacaciones (¡oh, no!) y habéis hablado de quedar para cenar antes de que empiece el maratón de comidas y cenas de Navidad. Si a tu ligue le gusta la comida exótica y le gusta probar cosas nuevas, una buena opción es el restaurante peruano Inti de Oro. La decoración es mona pero sin llegar al exceso, así que no hay riesgo de que salga corriendo. Para beber, chilcano de Pisco (la coca-cola o cerve para otro día, anda); y para comer el ceviche clásico, la causa limeña (papa con ají rellena de atún), y el ají de gallina. Si tenéis hueco para el postre, os sugiero la tarta de tres leches (espectacular).
Lamucca, para ir con las compis del trabajo y quedar genial
Lamucca es un clásico, pero aunque pase el tiempo me sigue encantando. Platos de buena calidad a un precio razonable y, además, originales. Si se produce la típica conversación sobre cenas de Navidad y no os ponéis de acuerdo sobre dónde ir, propón Lamucca de Serrano. ¿Qué podéis pedir? Pues el risotto de rabo de toro, la burrata fresca (imprescindible), el poke de salmón y la pizza de boletus (deliciosa, pero cuidado porque es un poquito fuerte).
La catedral de Zamora, para tus amigos glotones que no se conforman con chupar un palillo
Todos tenemos amigos o familiares que huyen de los restaurantes de pitiminí y sí, por qué no decirlo, que les gustan las raciones abundantes y más tradicionales. Para cenas de Navidad de este tipo, La catedral de Zamora es el restaurante ideal. Este restaurante asturiano cocina un cachopo que merece la pena: carne finita y tierna, y con el queso muy presente. La morcilla de Burgos también me sedujo, y si es por la noche y pensáis que puede ser algo pesada, siempre podéis pedir media ración. De aperitivo sirven torreznitos y paté… ¿Os he convencido?
Sushita Café, para esa cita especial que tienes en Navidad
No es un restaurante nuevo, pero hace unos días volví y recordé lo ricos que están sus platos (y a muy buen precio). Sushita Café es un restaurante que tiene cierto halo de romanticismo, y Navidad es una época mágica para tener una cita y dejar a esa persona sin palabras. Este local también es perfecto para una cena con tus mejores amigas e incluso con la familia. De aquí me gustan los makis de foie con pera caramelizada y frambuesa; el arroz jazmín con langostinos y huevo frito ecológico; y la pasta fresca Mien con trufa, setas y huevo escalfado. Estos dos últimos platos son grandes, así que tenedlo en cuenta a la hora de pedir.
Ocafú, para una comida de Navidad con la familia
Ya sé que cité a este restaurante en una de mis listas hace poquito, pero de verdad pienso que es un muy buen local para una comida de Navidad con la familia. Si todavía no habéis fijado sitio y se aceptan sugerencias, plantea reservar en Ocafú (en el de Velázquez, por ejemplo). La relación calidad-precio es inmejorable, y la tortilla de Betanzos de Ocafú hay que probarla sí o sí si vives en Madrid. Empanada, croquetas de ternera, zamburiñas… Cualquier cosa que pidáis será un acierto.
Si tenéis más propuestas, os animo a comentar el post. Feliz Navidad y a zampar sin remordimientos.