Cuando la inteligencia y el buen gusto se alían el resultado solo puede ser un local con las características de El Muelle de San Francisco (Paseo de San Francisco de Sales, 28). ¿Te imaginas 10 amigos, cada uno con una carrera profesional distinta, que deciden emprender y poner en marcha un proyecto común? Suena idílico, casi de película, pero esa es la verdadera historia de El Muelle de San Francisco, un gastrobar en el que colaboran desde expertos en marketing y recursos humanos hasta actores. Comenzaron su andadura en diciembre de 2015 con una idea de negocio muy definida: querían conservar esa esencia de “bar de barrio” pero con una vuelta de tuerca, es decir, mantener de alguna manera esa atmósfera pero con recetas un poco más sofisticadas. Si tenemos en cuenta que el Paseo de San Francisco de Sales es un punto en el que se concentran tanto grupos de gente joven como familias, la propuesta de El Muelle de San Francisco es el ejemplo perfecto de cómo aplicar el sentido común a una oportunidad de negocio. Pero vayamos paso por paso:
La carta
Nada en El Muelle de San Francisco es casual, ni siquiera el nombre. Y es que a un muelle llegan desde pescados hasta vinos, precisamente la filosofía que querían imprimirle a la carta. Cabe destacar que todo lo que comas en este restaurante es casero y puedo asegurarte que se nota. Como ellos mismos van al mercado, muchas veces adquieren alimentos frescos y dejan volar su imaginación, así que pregunta a los camareros porque suelen tener platos que están fuera de carta. Nosotras probamos los tacos de atún rojo en escabeche con patatas fritas (delicioso), las croquetas de bacalao, el tartar de pez mantequilla y los langostinos con panko. Nos encantó todo pero para mí el tartar de pez mantequilla estaba espectacular, se deshacía en la boca. Además, la carta incluye otras recetas como la quesadilla de carrillera (creo que está exquisita), el wrap de pollo con curry rojo, las bravas de gnocchis o las croquetas de chipirón. También cuentan con un servicio take away por si prefieres tomártelo en casa, y manejan un packaging absolutamente ideal que refuerza su imagen de marca.
La decoración
Hace unas semanas incluimos El Muelle de San Francisco en una lista de bares que huelen a verano y, después de haber ido, me reafirmo. El Muelle de San Francisco desprende una esencia marítima muy especial en pleno centro de Madrid. La fachada es blanca y con detalles en azul, una estética que va en consonancia con el interior del local, muy acogedor. Las mesas de la terraza se encuentran bajo una estructura rectangular, también blanca, y exudan cierto aire vintage, como si se tratara de un chiringuito chic.
El servicio
Nota: matrícula de honor. Los camareros estuvieron pendientes de nosotras en todo momento, explicándonos cada plato y atentos por si nos faltaba algo. Además, una amiga mía estuvo hace poco y me remitió lo mismo: el servicio está encantado de recomendarte los platos estrella de El Muelle de San Francisco y, efectivamente, aciertan con las recomendaciones.
#ParaIrCon
Es genial para una cenita relajada con unos amigos e incluso para una velada romántica, puesto que la terraza posee cierto aire íntimo.
El precio
Unos 15 euros por persona.
Si quieres saber más…
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