Fiché a Los Montes de Galicia por Instagram, y vosotros mejor que nadie sabréis que es la red social de los flechazos, ¿o no? Y eso es exactamente lo que me sucedió con este restaurante situado en el número 46 de la calle Azcona, en el corazón del barrio de Salamanca. Yo veía día tras día las fotos de sus impresionantes platos, de sus delicados rincones, y cada vez tenía más ganas de dejarme caer por allí. Después de haber cenado por fin en Los Montes de Galicia puedo asegurar que fue la primera vez, pero la primera de muchas. Ahora que están tan de moda los restaurantes de comida fusión, se agradece encontrar uno de alta cocina española que además mime la decoración. Sin embargo, no se trata de un negocio nuevo sino que su historia se remonta dos décadas atrás, con cambio de emplazamiento y renovación de carta e imagen incluidos.

La carta

No te puedes ir de Los Montes de Galicia sin pedir el pulpo. Foto: Los Montes de Galicia

No cabe duda de que Madrid es una ciudad con una oferta gastronómica apabullante, con propuestas de todo tipo. En los últimos tiempos han proliferado los locales con interiorismo mono y carta escueta, lo que en unas ocasiones es un acierto y en otras se echa de menos que trabajen más platos. Este no es el caso de Los Montes de Galicia. Me sorprendió de forma positiva la gran extensión de su carta, pero me cautivó todavía más que todo lo que pedimos estuviera espectacular y que su presentación fuera impecable. Como se intuye por el nombre del restaurante, Los Montes de Galicia ofrece alta gastronomía gallega de la mano del chef José Espasandín. No miento si digo que me encantó todo, pero me alucinaron los buñuelos de bacalao crujientes con ali-oli de ajo asado (estaban muy suaves, la bechamel les daba un toque original) y el tataki de atún rojo con salmorejo y trigueros (el atún estaba tiernísimo). Por supuesto, hubiera sido un pecado no atrevernos con el pulpo a feira (yo, que no soy muy pulpera, he de admitir que es de los mejores que he degustado), con el foie al Pedro Ximénez (morimos de placer, aunque aquí no soy objetiva porque el foie es una de mis debilidades) y con el lomo bajo de vaca madurado en seco (quienes disfruten de la carne no pueden irse sin pedirlo). El toque dulce vino de la mano de la filloa rellena de mousse de queso (si te gusta el queso y eres goloso estás perdido, ya te aviso) y con la torrija de Baileys con helado de galleta.  Si con todo esto no te he convencido, que sepas que la carta incluye empanada casera de sardinillas en aceite de oliva y pasas (el próximo día la atacamos sí o sí), croquetas de cecina y queso o de bacalao con espinacas, lacón con cachelos y pimentón, cocochas de merluza a la romana, cochinillo confitado con especias y además tienen marisco. Por último, no puedo olvidar mencionar sus cócteles, entre los que destacan el Galician Martini (con orujo de café y vodka) o el Bassilikum Passion (con ginebra y licor de maracuyá).

La decoración

El azul pone la nota de color a la decoración. Foto: Los Montes de Galicia

La sensación que me invadió al entrar en Los Montes de Galicia es que estaba en uno de esos restaurantes de los de toda la vida pero con una vuelta de tuerca, con sofisticación en vena. El local se divide en dos espacios: el restaurante y el cocktail bar. Me gustó esa mezcla del ladrillo visto, azulejos y lámparas modernas con la presencia de plantas y madera, que al fin y al cabo representa la tradición, la tierra. Los diferentes tonos de azul ponen la nota de color al local, algo que no nos extraña si tenemos en cuenta la influencia del mar en la gastronomía gallega.

El servicio

El servicio fue de matrícula de honor por varias razones. La primera, y muy importante, es que no nos atosigaron en ningún momento para que pidiéramos rápido. En un restaurante con una carta tan completa  se agradece que te dejen pensar con tranquilidad qué es lo que te apetece cenar. Además, nos aconsejaron genial sobre los platos más emblemáticos de Los Montes de Galicia y, por si esto fuera poco, el director tuvo el detalle de detenerse en cada una de las mesas para conocer de primera mano la opinión y sugerencias de los comensales.  Sin duda, cada uno de los miembros del equipo de Los Montes de Galicia logra que ir a este restaurante se convierta en toda una experiencia.

#ParaIrCon

Lo que pensé después de cenar en Los Montes de Galicia es que es el restaurante perfecto para llevar a tus padres el día de esa comida familiar que tenéis pendiente y también a tu novio o a ese amigo que siempre se queja de que vais a sitios de pitiminí (todos sabemos lo que eso significa).

El precio

Por supuesto, el precio siempre depende de las bebidas y de si pedís o no postre, pero calculad unos 40 euros por cabeza.

Si quieres saber más

Te invito a visitar la página web de Los Montes de Galicia, su fan page y su Instagram.

Tataki de atún rojo. Foto: Carmen Sánchez (Instagram: @edhelgrim)
Los buñuelos de bacalao estaban exquisitos. Foto: Carmen Sánchez (Instagram: @edhelgrim)
Filloa rellena de mousse de queso. Foto: Los Montes de Galicia