Hay veces que las decisiones más arriesgadas son las que marcan un antes y un después, las que constituyen un éxito de cara al futuro. Esto es lo que auguro que va a sucederle a Chico Calla, la taberna alicantina que ha abierto sus puertas en Madrid hace apenas unas pocas semanas, en medio de una pandemia, y que sin embargo ya puede presumir de estar haciéndose un hueco en la capital. Chico Calla, ubicada en el número 41 de la calle Lope de Rueda, es el local perfecto para disfrutar de unas tapitas al más puro estilo de La Terreta en un ambiente inmejorable. ¡Te lo cuento todo!

La carta

Como comentaba al principio, Chico Calla acaba de aterrizar en el madrileño barrio de Ibiza, pero cuenta con otros cuatro locales repartidos por la provincia de Alicante, y es que inició su andadura en 2013. Su carta es muy amplia y propone raciones informales para compartir, ensaladas, montaditos, tablas, tostas, minihamburguesas e incluso generosos platos de carne como el chuletón de alta maduración, el pulpo con espuma de patata o la entraña argentina.

En Chico Calla todo es original, hasta el nombre de los platos. Nosotras teníamos claro que queríamos probar «Con un par» porque habíamos visto fotos en Instagram y la pinta que tenía era increíble. Se trata de unos huevos de corral con trufa, foie y boletus, y no solo no nos defraudó sino que fue lo que más nos gustó.

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«Con un par», el plato que más nos gustó. Foto: Adriana Benito

Además pedimos «La Movida», que son alcachofas con jamón y foie (muy ricas y suaves); la tapa bautizada como «La Terreta» (pericana alcoyana con pan); croquetas de quisquillas; y dos minihamburguesas, una de atún con wasabi y otra de ternera con guacamole, ambas muy sabrosas y recomendables. La pericana, para quienes no lo sepáis, es una receta típica de Alcoy cocinada a base de pimiento rojo seco, por lo que su sabor es fuerte.

Las minihamburguesas estaban espectaculares. Foto: Adriana Benito

La cena la maridamos con vinos con DO Alicante, en concreto con Tarima Mediterráneo y Tarima Hill. Degustamos tanto el blanco como el tinto. Como dato, os comento que el Tarima blanco se realiza con las variedades de uva Moscatel y Merseguera, y el resultado es un vino con notas frutales, ligero, y tremendamente fácil de beber, y ya sabéis lo que eso significa (guiño, guiño). Para terminar, nos decidimos por la torrija con helado de turrón (para chuparse los dedos).

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Torrija con helado de turrón. Foto: Adriana Benito

La decoración

Chico Calla posee aires de bodega mediterránea, aunque con toques delicados y elegantes como la presencia de plantas o lucecitas a lo largo del local. La madera, los platos de pizarra y su rincón dedicado exclusivamente al vino destilan tradición, una tradición que no renuncia a los detalles modernos. La nueva taberna del barrio de Ibiza también es ideal para las historias de Instagram, para qué negarlo.

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Foto: Adriana Benito

El servicio

Del equipo humano de Chico Calla solo puedo decir cosas buenas. Bea, que lleva trabajando varios años con ellos, nos supo guiar a la perfección según nuestros gustos y nos explicó toda la trayectoria de este negocio alicantino. Además, el resto de camareros estuvo muy pendiente de si teníamos vino en la copa, un gesto que valoro mucho cuando voy a un bar o restaurante. Sobresaliente para Chico Calla en este punto.

#ParaIrCon

Chico Calla es un planazo para ir con tus amigos de tardeo, ya sea entre semana o el finde. Es un local divertido que promete ponerse de moda, y es que en esta bodega ya está apostando por la música en directo los viernes. ¡No te lo puedes perder!

El precio

El precio de una cena en Chico Calla va a depender del rollo que lleves, de si te apetecen unos vinitos con algo de picar o bien si prefieres una cena más abundante. En cualquier caso, calcula unos 20-25 euros por persona.

Si quieres saber más

Si quieres saber más, no dudes en visitar la web de Chico Calla y en seguirlos en Instagram y en Facebook.

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Pericana alcoyana. Foto: Adriana Benito
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Alcachofas. Foto: Adriana Benito